Frenillo corto

Frenillo corto: por qué se produce y cómo se trata

En la boca tenemos diferentes tipos de frenillo, el labial y el lingual. Los frenillos son unas membranas finas que conectan distintas partes de la cavidad oral. Si los frenillos no se desarrollan correctamente, pueden producir molestas e interferir en el día a día del paciente. 

El frenillo corto es una de las disfunciones linguales de origen congénito que se suelen producir en la infancia. Esta anomalía en la anatomía de la boca puede suponer problemas en la masticación, la deglución o el habla

Te contamos qué es el frenillo lingual, los síntomas del frenillo corto y cómo tratarlo. ¡Sigue leyendo!.

Qué es el frenillo lingual

El frenillo lingual es una membrana que conecta la parte inferior de la lengua con el suelo de la boca. En las etapas de vida muy tempranas el frenillo es corto y muy fino, pero con el paso del tiempo y a través de su ejercitación mediante los movimientos linguales, el frenillo se desarrolla paulatinamente. 

Sin embargo, en ocasiones puede ocurrir que el frenillo lingual no se desarrolle como debería, lo que se denomina anquiloglosia lingual o frenillo lingual corto. 

Qué es la anquiloglosia lingual

La anquiloglosia lingual hace referencia a un desarrollo ineficiente del frenillo sublingual, es decir, a un frenillo lingual corto. En estos casos, el frenillo corto impide que la lengua realice los movimientos necesarios para hablar, masticar o deglutir con normalidad, lo que implica una serie de consecuencias relacionadas con el habla, la masticación e incluso en el correcto desarrollo de las estructuras faciales. 

Consecuencias de tener un frenillo lingual corto

Alimentación deficitaria 

Cuando los bebés todavía son lactantes, un frenillo corto puede dificultar la succión, lo que supondrá que el bebé no pueda alimentarse con normalidad (lo que conlleva problemas de crecimiento y digestión). 

Por otra parte las dificultades en la succión también tienen consecuencias negativas para la madre, ya que el exceso de fuerza que ejerce el bebé para intentar extraer la leche puede provocar la aparición de grietas, isquemias o la inflamación de las glándulas mamarias.  

Problemas de oclusión

En las primeras etapas de la infancia, los niños tienen un paladar estrecho y abovedado, que se va ensanchando con el tiempo, a través de los movimientos linguales. Pero, cuando el frenillo corto limita los movimientos linguales y éstos no consiguen ensanchar el paladar, la estructura maxilofacial se ve afectada, lo que acarreará posteriores problemas de oclusión. 

A lo que se le añade que, cuando la estructura maxilofacial no se desarrolla con normalidad el bebé tiende a respirar por la boca en lugar de por la nariz. Esto supone una mayor predisposición a desarrollar procesos alérgicos, rinitis o infecciones de las vías respiratorias (bronquitis o neumonía). 

Dificultades en el habla 

El frenillo lingual corto dificulta la pronunciación de algunos fonemas que requieren de una colocación concreta de la lengua dentro del paladar. 

Síntomas del frenillo corto 

Una vez sabemos qué consecuencias conlleva el frenillo corto, podemos identificar que un niño padece un desarrollo anómalo del frenillo lingual si atendemos a los siguientes factores relacionados con la movilidad de la lengua:

  • Paladar muy estrecho: lo que puede desencadenar en maloclusiones o apiñamiento dental. 
  • Retrognatia: una mandíbula inferior con una posición atrasada con respecto al maxilar superior. 
  • Pequeñas úlceras en los incisivos inferiores provocadas por el roce constante de la lengua, como aftas, ampollas o desgarros en las encías. 
  • Diastemas en los dos dientes incisivos inferiores. 
  • Ruidos excesivos producidos por la lengua como los chasquidos, ya que no tienen una sujeción adecuada. 

Tratamiento para el frenillo corto 

El tratamiento para corregir el frenillo corto varía en función de la gravedad de cada caso. En aquellos casos en que el frenillo es ligeramente más corto, será suficiente con acudir al logopeda, que pautará una serie de ejercicios destinados a recuperar la movilidad de la lengua. 

En los casos en los que el frenillo es notablemente corto se realiza una frenectomía lingual, es decir, cirugía mínimamente invasiva bajo anestesia local. Este procedimiento quirúrgico no suele generar complicaciones más allá de pequeñas inflamaciones o hemorragias, por lo que se recomienda controlar el dolor y la infección en la zona, así como acudir a una revisión una semana después de la operación para asegurar que la cicatrización se está produciendo de forma correcta. 

Normalmente la frenectomía lingual suele complementarse con un tratamiento del logopeda, para asegurar que se recupera una movilidad completa de la lengua. 

Una vez conseguimos alargar el frenillo lingual, ponemos fin a las molestias en la masticación o en el habla, y aseguramos un correcto desarrollo de las estructuras maxilofaciales. 

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Frenillo corto: por qué se produce y cómo se trata Por el 12/12/2022