¿La ortodoncia lingual duele?

Las primeras semanas de un tratamiento de ortodoncia constituyen un periodo de adaptación en el que aparecen algunas molestias hasta que el paciente consigue adaptarse. Con una ortodoncia lingual y con brackets metálicos esta sensación es más evidente, pero estos pequeños dolores o llagas de principiante desaparecen pronto siguiendo estos consejos.

Sensibilidad en los dientes

Los dientes  son sensibles a la presión que se ejerce sobre ellos para moverlos gradualmente. Esa sensibilidad temporal dura unos días y su intensidad varía según la tolerancia del paciente y el tipo de fuerza que se les aplica. Al principio morder alimentos duros, calientes o fríos transmitirá una sensación rara. Asimismo, los primeros días después de un cambio de arcos dejará sensaciones incómodas en la dentadura. Para paliar estas impresiones el paciente puede tomar un analgésico, aunque es probable que la molestia permanezca, pues no se trata de dolor físico.

Roces o llagas en las mucosas bucales y en la lengua

El roce de los brackets de metal con la parte interna de los labios y las mejillas, así como el contacto de la lengua con los brackets linguales puede producir irritación y llagas, especialmente en los tejido bucales sensibles. Al cabo de unas semanas los tejidos blandos de la boca se han acostumbrado a la presencia del aparato y el roce desaparecerá. Mientras, el paciente puede recubrir los brackets con cera de ortodoncia. Para facilitar el proceso de adaptación, en la clínica BORDONCLINIC podemos colocar primero la arcada inferior y al cabo de un par de semanas la superior.

Problemas en el habla

Hasta que la lengua se habitúa a la presencia de los brackets resulta algo difícil pronunciar correctamente algunos sonidos, una fase que también se supera en 2 o 3 semanas.

Si tienes más dudas acerca del tratamiento de ortodoncia lingual o te decides a corregir tu sonrisa con ellos, pide cita en nuestra clínica dental en Madrid.