Mandíbula inflamada

La mandíbula inflamada es una condición que aparece con frecuencia y, por lo general, está asociada al estilo de vida y a las situaciones de ansiedad o estrés, así como a algunos factores externos. 

Con solo cambiar los hábitos y empezar una dieta equilibrada se puede aliviar la tensión de la musculatura mandibular y facial, pero para ello se debe determinar a tiempo cuál es el motivo que origina esta inflamación.

Si deseas saber más sobre la mandíbula inflamada, ¡continúa leyendo!

¿Qué significa tener la mandíbula inflamada?

La inflamación mandibular consiste en una acumulación desmedida de fluidos sobre un área afectada. La misma ocasiona que la mandíbula aumente su tamaño más de lo habitual y desarrolle una especie de bulto en ella. Por lo general, se cura sola, pero si esto no ocurre se recomienda acudir a un odontólogo en el menor tiempo posible.

¿Cuáles son los síntomas que genera la mandíbula inflamada?

La mandíbula inflamada puede causar síntomas como:

• Inflamación repentina de la cara, labios y lengua.
• Aparición de erupciones cerca o alrededor del área afectada.
• Sibilancia.
• Sensibilidad facial, articular y muscular.
• Dificultades en la alineación mandibular.
• Zumbido constante en los oídos.
• Fuertes dolores de cabeza y presión por detrás de los ojos.
• Fiebre.
• Desplazamiento mandibular con limitantes.

¿Cuáles son las causas de la mandíbula inflamada?

La inflamación mandibular aparece por:

• Trastornos en la ATM

Los trastornos en la ATM afectan directamente a la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. Cuando el disco se desalinea o la articulación resulta dañada, puede empezar a experimentar inflamación y dolor.

• Estrés y ansiedad

Ambos estados de ánimo son una de las causas fundamentales de la aparición de tensión e inflamación muscular. Y es que se tiende a apretar la mandíbula o rechinar los dientes sin darnos cuenta en momentos de estrés, contribuyendo con el tiempo a que los músculos acaben inflamándose.

• Sinusitis

Cuando se inflaman las cavidades sinusales que se ubican por detrás de las mejillas, conocidas también como senos maxilares, se experimenta dolor en uno o en los dos lados de la mandíbula.

• Distintos problemas dentales

El dolor o inflamación de la mandíbula suele atribuirse a algunos problemas de salud dental o bucal, como:

• Caries dental.
• Diente con absceso.
• Aparición de las muelas del juicio.
• Enfermedades gingivales.
• Falta de algunos dientes o desalineación de los mismos.

• Capsulitis

Se caracteriza por la inflamación del ligamento capsular, por lo que sentirás dolor en el momento de tener la boca cerrada, aumentando dicho dolor al realizar algún movimiento con la boca.

• Osteomielitis

Consiste en un tipo de infección no tan frecuente que en los casos extremos puede representar la muerte del hueso. Generalmente, aparece una vez que las bacterias llegan a tener acceso total al hueso tras una cirugía dental, una infección, lesión grave bucal u otras patologías que causan daño en el sistema inmunitario.

• Tumores y quistes

Aunque no sean cancerosos, pueden ocasionar efectos nocivos en la salud bucodental. Puede que estos bultos pequeños crezcan rápidamente y generen la pérdida de piezas dentales, destruyendo en su camino los huesos y tejidos de la boca y mandíbula

¿Qué tratamientos se aplican para desinflamar la mandíbula?

Los tratamientos para desinflamar la mandíbula son:

• Medicamentos

Recomendamos el uso de:

• Analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares, para apaciguar la inflamación y adormecer el dolor constante en la zona afectada.
• Antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina, que se utilizan especialmente para la depresión; en dosis bajas son idóneos para aliviar el dolor, bruxismo, inflamación e insomnio.

• Terapias

Son muy eficaces para relajar y desinflamar los músculos de la mandíbula. Se aplica por medio de masajes, ejercicios y presiones consecutivas para conseguir que corra la sangre que contiene nutrientes y oxígeno para la musculatura.

Entre las terapias recomendadas destacamos:

• La fisioterapia: consiste en realizar ejercicios para estirar y fortalecer los músculos de la mandíbula. Dichos ejercicios pueden lograr la integración de tratamientos de ultrasonido, hielo y calor húmedo.
• Orientación psicológica con el fin de calmar el estrés o la ansiedad, ya que la comprensión y el asesoramiento podrán ayudar al paciente a manejar ciertos factores y comportamientos que sirven como agravantes de la inflamación mandibular.

• Artocentresis

Es un tratamiento no invasivo que consiste en una leve inserción de pequeñas agujas sobre la articulación, para así irrigar el líquido por medio de las mismas. De esta forma, se remueven los desechos y productos secundarios inflamatorios.

• Inyecciones de corticosteroides

Suelen ser muy útiles, ya que alivian el dolor causado en los músculos de la mandíbula que se utilizan en la masticación.

• Artroscopia temporomandibular

Se coloca una pequeña cánula dentro del espacio articular, posteriormente se inserta un artroscopio y se emplean instrumentos quirúrgicos pequeños para la cirugía. 

• Cirugía de articulación abierta

Si se detecta que la inflamación está provocada por un problema en la estructura de la articulación, el odontólogo sugerirá una artrotomía con el fin de arreglarla o suplantarla.

• Reposo

El reposo ayudará a relajar y aliviar el dolor, la inflamación y bajar la tensión de la musculatura mandibular. Se recomienda descansar en posición acostada, ya que al estar sentado por mucho tiempo el paciente podrá sentir molestias.

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